Por: Johan Sebastian Machado Caguasango.
Teniendo en cuenta las bases de la potencia vocal y cómo los pliegues vocales vibran para producir la voz, cabe resaltar aquellos procesos posteriores y que facilitan una voz potente, económica y versátil.
En este caso, hablamos de la resonancia, para entenderla, basta con hacer esta pregunta, ¿qué diferencia hay entre el sonido de una guitarra acústica y el sonido de una guitarra eléctrica desconectada? Contra una guitarra eléctrica sin amplificador, la guitarra acústica tendrá mucha más proyección y sonoridad, ¿Por qué ocurre esto? Ocurre por el cuerpo hueco que en este caso, la guitarra, por el círculo o boca entra el sonido producido por la vibración de las cuerdas, una vez ahí, el sonido se amplifica y vuelve a salir por donde entró con mayor intensidad, ese mismo efecto ocurre en el cuerpo humano, solamente que en nuestros cuerpos no tenemos una sola cavidad como la guitarra, si no, varias, de forma destacada; el pecho, la orofaringe, los senos mandibulares, paranasales y frontales. Todos estos son espacios que nos ayudan a proyectar aún más la voz sin necesidad de aumentar la fuerza que ejercen nuestras cuerdas vocales para vibrar.
Este fue el cuarto tema por trabajar dentro del programa piloto de potencia y cuidado vocal, debido a que, en algunos profesionales de la voz como los actores teatrales, no se usan micrófonos y la resonancia o amplificación extra es necesaria y hay que buscarla de forma natural.
La palabra clave para entrenar y explorar la resonancia propia es vibración; vibración a nivel del pecho y del rostro, esto maneja varias teorías y enfoques, muchos de ellos sacados desde el canto como voz de máscara, similar a aquellos cantantes líricos europeos qué se comunicaban a grandes distancias a través de una técnica vocal adecuada.
Recapitulando, podemos buscar resonancia a partir de vibraciones en varias partes del cuerpo, la primera es el pecho, una vibración que es más fácil de buscar, trabajar y reconocer en los hombres, debido a la configuración corporal más grande (más espacio, más amplificación).
Realice el siguiente ejercicio:
Ponga la mano sobre el pecho y busque hacer una OOOO sostenida teniendo en cuenta que los labios deben estar bien redondos y la lengua relajada con la punta tocando suavemente los dientes incisivos inferiores. Sienta la vibración en la palma (punto de inicio).
Para empezar a entrenar la resonancia, acuéstese en una superficie dura y produzca un glissando, es decir, una OOOO sostenida que va desde lo más agudo a lo más grave, de forma continua, prolongada, lenta y medianamente fuerte, sienta como la vibración cambia a lo largo de su cuerpo conforme cambia la agudeza de la voz.
Identifique cuál es el tono o la agudeza del sonido que más facilita la vibración en el pecho, repita el ejercicio de pie con la mano en el pecho, buscando las vibraciones que logró al estar acostado.
La segunda vibración que podemos encontrar se encuentra a nivel de la cabeza, puntualmente del rostro, al estar de pie, visualice un punto y produzca una OOOO sostenida, identifique con las manos en qué partes de su cráneo y/o de su rostro hay vibración, esa vibración se buscará desplazar para realizar una técnica llamada técnica de máscara.
Cubra el rostro con las manos, produzca una OOOO sostenida durante 5 segundos y luego una MMMM sostenida durante otros 5 segundos, luego cambie a la OOOO sucesivamente, explore la diferencia entre la vibración entre un sonido y el otro, sea consciente de que esa vibración que se puede hacer a nivel de las palmas, eso activará progresivamente los resonadores paranasales y ayudará a desarrollar el “cuerpo de guitarra” a nivel del rostro.
Recuerde que la resonancia busca la mayor ganancia con el menor desgaste posible, busca el desarrollo de una técnica apropiada por encima de la fuerza bruta.