Arte y Ciencia Parte 1: Cuerpo

Por: Johan Sebastian Machado Caguasango.

A lo largo de nuestras vidas académicas y/o laborales hemos atravesado etapas que nos han hecho madurar, etapas que nos han hecho crecer tanto profesional, como personalmente, en este blog encontrarán el relato y análisis de una de las etapas más importantes en mi vida.

Y tiene como propósito que todos los temas que se desarrollen sirvan de autoevaluación para aquellas personas que tengan interés por entender y entrenar profesionalmente su voz.

Pero primero, una rápida contextualización, todo esto correspondió a mi tesis para graduarme como fonoaudiólogo, realizada en forma de pasantía en una academia de actuación de Bogotá D.C. en 2018, el proyecto que tuvo como título: “Programa Piloto de Potencialización y Cuidado Vocal” y fue aplicado en estudiantes de primer semestre de artes escénicas.

El primer tema que abordamos fue el cuerpo y como este repercute en nuestra voz, aquí están los puntos clave de aprendizaje de esa parte:

  1. El cuerpo tiene memoria y es capaz de pasarnos factura por todo aquello que le hemos hecho a lo largo de nuestra vida, esto incluye tanto el aspecto físico como el psicológico y se puede evidenciar de muchas formas, pero hay una muy específica, supremamente común y altamente nociva para una voz cómoda y potente, la tensión muscular.
  2. La tensión muscular más frecuente es la ubicada a nivel de hombros y espalda alta, puede ir desde la superficie hasta la capa muscular más interna, aquí ocurren los problemas, debido a que esta musculatura es la que “abraza” a la laringe y puede modificar por completo nuestra voz al dificultar la capacidad de las cuerdas o pliegues vocales en vibrar libremente.
  3. Otra razón muy común para el aumento excesivo de la tensión es la mala postura y el síntoma más común es el dolor, aquí entra otro punto importante, es un error grave acudir a pastillas en contra del dolor cuando la solución puede ser la reeducación postural, con las pastillas se trata el problema desde la superficie, con el trabajo postural y muscular se trata desde la raíz, adicionalmente, el cuerpo es tan sabio que sabe que el dolor tiene un propósito, es un mecanismo de alarma para avisarnos que algo está mal, y si no vamos a la causa, será lo mismo que apagar la alarma que nos dice que hay fuego en la cocina.
  4. El trabajo en la postura es una tarea que toma mucho tiempo y cuyos mejores resultados se hacen de forma pasiva y no forzada con los correctores de postura, ¿por qué forzar a los músculos a hacer algo que pueden hacer solos con entrenamiento?
  5. Los grandes maestros para la postura y respiración son los niños pequeños, ¿quieren saber cómo se debe recoger un objeto sin provocar un daño a la espalda? Observen a un niño pequeño hacerlo y obtendrán la respuesta.

Las siguientes conclusiones fueron producto de mi experiencia aplicando el trabajo corporal y postural con jóvenes.

  1. El equilibrio muscular está muy infravalorado, sobre todo en los hombres, los hombres jóvenes solemos poner especial cuidado en nuestra capacidad física y mostrarnos como el alfa, por lo que es muy fácil encontrar a jóvenes deportistas que levantan grandes pesas y llevan con el cuerpo tenso, hombros rígidos y respiraciones muy altas (tema que trabajaré mejor la siguiente parte). ¿Cuál es la clave en este punto? El reposo y el estiramiento, tomemos el tiempo de hacer descansar muestro cuerpo y evitar que la laringe se perjudique al tensionarse igual que la musculatura superficial.
  2. El otro extremo puede ocurrir, la falta de entrenamiento y el sedentarismo desacondiciona los músculos de la espalda, la postura se derrumba y el espacio se cierra, aumentando la sobrecarga y, por consiguiente, la tensión.
  3. Las herramientas que usé y que dieron resultados evidenciables en la postura y equilibrio muscular de los estudiantes fueron la técnica Alexander y el Método Feldenkrais, por experiencia propia puedo decir que los resultados percibidos son espectaculares.