Por Ivette Consuelo Hernández A.
A primera vista, el acercarse a los vínculos de amor y amistad desde un enfoque bioquímico, puede sonar frío y distanciado de las tarjetas, los mensajes, memes, canciones y demás manifestaciones propias de esta fecha, al explorar los datos, publicaciones y teorías que arrojan hasta ahora los estudios en esta materia, resultan interesantes, esclarecedores y sorprendentes.
Varios de las investigaciones se centran en las regiones cerebrales que se involucran en los vínculos afectivos, mientras que otras se basan en experimentos de genética molecular, exploran los fundamentos de las interacciones afectivas.
Desde el punto de vista biológico, podemos distinguir básicamente dos tipos de amor: el amor de pareja o romántico y el amor filial (maternal o paternal). Ambos son fundamentales para la supervivencia de nuestra especie, ya que el primero en términos generales lleva a la reproducción y también genera seguridad y confianza, lo que asegura protección en situaciones cambiantes en el entorno, mientras que el segundo permite que las crías reciban los cuidados adecuados para su desarrollo.
La expresión “hay (o no hay) química entre nosotros” cada vez está más apoyada por los estudios científicos, nuestro organismo libera hasta 250 sustancias al estar ante una persona que nos resulta agradable o atractiva, es decir que generamos una seducción, no necesariamente física, sino más bien emocional, que promueve el amor y la amistad.
Las emociones desencadenan en la corteza cerebral un complejo sistema de reacciones que pasan al sistema endocrino, donde se transforman en respuestas fisiológicas. Dichos procesos cerebrales varían en el enamoramiento, en el amor filial (padres e hijos) o en la amistad. Durante la fase de enamoramiento son muy intensas y pueden llegar a ser caóticas.
Los dos mensajeros químicos del amor y la amistad
Nuestro comportamiento durante las interacciones personales y sociales está regulado, en buena medida, por dos tipos de mensajeros bioquímicos: las hormonas y los neurotransmisores, los cuales comparten algunas similitudes, tanto, que algunas moléculas también pueden actuar como hormonas y neurotransmisores en cuyo caso se denominan neurohormonas, tales como la oxitocina, la adrenalina, la dopamina, entre otras. Aunque la distinción entre ambos mensajeros no es tan clara, veamos las principales diferencias:
Los neurotransmisores se liberan desde unas vesículas en el axón de las neuronas llamadas vesículas sinápticas, sólo se comunica con la neurona más cercana, su acción es específicamente en el sistema nervioso y su efecto no es muy prolongado.
Las hormonas se liberan por las glándulas endocrinas al torrente sanguíneo; es que el efecto producido por las hormonas es, por lo general, mucho más prolongado, se comunican con otras células que pueden estar a una gran distancia, ya que viajan a través del torrente sanguíneo, por tanto su acción puede darse en cualquier parte del organismo y su efecto es más prolongado.
La amistad “química”
La amistad que fluye y se consolida tiene en los mensajeros químicos unos buenos mediadores y en ciertas áreas del cerebro, un escenario propicio. Las investigaciones revelan dos áreas que se activan en mayor medida cuando interactuamos con alguien por primera vez:
- La amígdala que es el principal núcleo de control de las emociones y sentimientos en el cerebro y actúa como un detector de amenazas
- La corteza cingulada posterior, que está vinculada a la llamada “memoria autobiográfica”, además ayuda a evaluar las decisiones y asignar un valor a los objetos y de una manera similar, a las personas.
En otras palabras, después de confirmar o descartar posibles amenazas al conocer a alguien, y asignarle un valor, tomamos la decisión de cómo orientarnos hacia él o ella. Sin ser tan conscientes del proceso que ocurre, estamos realizando juicios, comparaciones, recopilando información y conciliándola con los valores y motivaciones que nos impulsan a establecer un vínculo.
Ahora bien, así como el llamado “amor a primera vista”, ¿se puede dar la “amistad a primera vista”?
En el 2015 la Dra. Kelly Campbell, profesora de psicología en la Universidad Estatal de California junto con otras dos investigadoras publicaron un estudio cuyo objetivo fue identificar creencias sobre los componentes subyacentes de lo que denominaron “la amistad química” un concepto que se definió como una conexión inmediata entre dos individuos que hace que la relación parezca natural, una reacción emocional presente en la primera mirada.
Para ello analizaron las relaciones y las reacciones emocionales de un grupo de voluntarios, a partir de cinco factores: franqueza recíproca, interés mutuo, personalidad, similitud y atracción física.
El informe estableció lo siguiente respecto a la propensión a experimentar la “química de la amistad”:
- No está presente en todas las personas.
- Es más común en las personas que puntuaron alto en simpatía, apertura y consciencia.
- Así mismo en la gente extrovertida.
- Las mujeres son las que tienen mayores probabilidades de experimentar amistad a primera vista, debido a que, a diferencia de los hombres, son más alentadas a confiar en sus emociones en vez de esconderlas.
En conclusión, en relación con la amistad, tenemos dos formas de tomar decisiones: el razonamiento cognitivo, con el que pensamos mediante recopilación de información evaluando pros y contras. Y por otro lado está el lado emocional, que incluye factores como la intuición. Otros estudios evidencian que formamos relaciones basadas en nuestra expectativa de gratificaciones futuras.
Las voces de los mensajeros bioquímicos del amor
Como punto de partida, es importante diferenciar entre el amor, que es un sentimiento en el que interviene también la voluntad ya que se sustenta en las creencias y los valores. El enamoramiento, por su parte, se circunscribe a las emociones, es decir, se fundamenta en una serie de reacciones químicas producidas en diferentes regiones cerebrales que nos hacen tener una percepción idílica de una persona.
El enamoramiento es la primera etapa de una relación amorosa, es transitorio, dominado por procesos de atracción que se sustentan en el placer que n os produce la estimulación de nuestros sentidos. Durante el enamoramiento ocurren cambios fisiológicos impresionantes en nuestro organismo. Se modifica la producción de hormonas y neurotransmisores, nuestro estado de ánimo y nuestra percepción de la realidad se modifican.
Durante esta etapa, presentamos estados de ansiedad y estrés moderados que se manifiestan a través de un aumento en la sudoración, la presión arterial, el ritmo cardiaco y en los movimientos peristálticos intestinales, que identificamos como “mariposas en el estómago”. Si el vínculo se prolonga, entra en juego el amor, el cual modera estas reacciones y con ello reduce el estrés.
En la melodía del amor, cada mensajero se expresa con una voz predominante que promueve estímulos, emociones y reacciones particulares. Escuchemos algunas de estas voces:
- La voz incitadora – la feniletilamina: es un neurotransmisor que comparte muchas similitudes con las anfetaminas, intensifica todas nuestras emociones, incita la producción de dopamina y serotonina, de esta manera va creando un coctel embriagante que nos lleva a los estados típicos del amor romántico que nos hace sentir increíblemente motivados, felices y realizados.
- La voz de la felicidad – la serotonina: es una sustancia que en la sangre se comporta como una hormonay en el cerebro actúa como neurotransmisor. Cuando la relación va bien, nos hace sentir optimistas, satisfechos y de muy buen humor. Sin embargo, cuando la relación no trasciende a esas primeras etapas y la otra persona se aleja, la serotonina cae en picado, nos lleva a un estado de indefensión y angustia que puede desembocar en depresión.
- La voz de la adicción – la dopamina: Es un neurotransmisor que también cumple el papel de hormona. Está esencialmente relacionada con el placer y la euforia, nos enciende y nos lleva a focalizar todo nuestro mundo en nuestro sujeto de amor, a tal punto que nos puede llevar a la obsesión.
- La norepinefrina- la voz del desenfreno: Puede actuar tanto como neurotransmisor o como hormona, estimula la producción de adrenalina. Nos produce una montaña rusa de sensaciones caóticas, intensas, contradictorias, que pueden tornarse incontrolables y desbocadas que se traducen en una sensación desbordante de alegría, efusividad, nerviosismo desmedido, nos acelera el corazón, nos sudan las palmas de las manos y puede llegar al punto de desactivar la sensación de hambre o la inducción del sueño.
- La voz de la monogamia – la vasopresina: es una hormona que incrementa la preferencia por la pareja y hace que el vínculo se prolongue durante muchos años. La vasopresinareafirma las relaciones y atenúa los sentimientos de pasión y lujuria para dar paso a un estado más estable y sosegado
- La voz del vínculo y la generosidad – la oxitocina: Neurotransmisor y hormona que crea una sensación de bienestar. No se centra la sola atracción, sino que junto con la vasopresina, promueve relaciones estables. Induce a la necesidad de cuidar del ser amado, de proporcionarle cariño, de acariciarlo, de ser parte de la persona amada en un compromiso a largo plazo. Su acción no se reduce al amor, sino que también induce a potenciar lasrelaciones sociales y la Basado en lo anterior podemos decir que la oxcitocina es el mensajero bioquímico por excelencia del amor y la amistad.
Curiosidades bioquímicas:
- Cuestión de química: el organismo libera hasta 250 sustancias al estar ante una persona que resulta agradable o atractiva, es decir que se establece una seducción, no necesariamente física, sino más bien emocional, que promueve el amor y la amistad.
- La voz del amor: La voz activa la producción de oxitocina en el ser humano, mientras que en las ratas, es necesario un contacto físico para producir dicho efecto. El bebé reconoce la voz de su mama, y esto produce en él, procesos hormonales que promueven en el apego entre madre e hijo. En un niño que sufre de estrés, un tono de voz consolador proveniente de su madre activa un proceso hormonal muy parecido al de un niño que recibe un estímulo físico.
- A primer olfato: No es tan cierto que la atracción ocurre a primera vista, realmente entra por la nariz, llega al cerebro y produce reacciones bioquímicas, alborotan los sentidos, trastornan la mente y generan el vínculo.
- Más allá de defendernos: el sistema inmunitario al parecer también guía nuestra conducta de atracción. Para ello, desprende un olor particular- del que no somos conscientes. Algunos estudios afirman que las mujeres se sienten inconscientemente más atraídas por hombres con un sistema inmunitario diferente al suyo al propio, por una razón muy simple: la descendencia con dicha pareja tendría una mejor carga genética.
- Hasta que la muerte los separe: Entre los animales, desde los más grandes como el elefante, hasta los más pequeños como los roedores, e incluso entre los pájaros, existen más de 100 especies que eligen pareja y permanecen con ella toda la vida.
- Atracción fatal: Algunos estudios parecen indicar que el aumento de la vasopresina en los hombres incrementa su motivación sexual y la respuesta eréctil; por el contrario, en la mujer puede conducir a una disminución en la excitación y motivación sexual e incluso provocar hostilidad y agresión hacia la pareja sexual.
- Después de… Al terminar el orgasmo, la oxitocina en la mujer se combina los estrógenos y la torna cariñosa y conversadora. En el hombre se mezcla con la testosterona y puede provocarle una necesidad incontenible de dormir.
- De la atracción al amor: Después de uno a tres años, la pareja empieza a consolidarse y cae la producción de varias de las sustancias que desbordan los sentimientos tales como la dopamina, la norepinefrina y la feniletilamina, en consecuencia, las parejas encuentran en el otro mucho más que una persona que lo atrae física, sensual y sexualmente y pasa de la etapa en la que se dice “te deseo” a la que se dice “te amo”.
Más allá de la bioquímica, nuestros vínculos de amor y amistad, así como en otras elecciones y conductas son el resultado de interacciones entre nuestros genes y el medio ambiente, que conllevan preferencias, experiencias e idiosincrasias particulares con las cuales entonamos la melodía de nuestra vida.
Para leer más:
http://ciencia.unam.mx/leer/309/Quimica_del_enamoramiento_y_mas_alla
https://lamenteesmaravillosa.com/la-quimica-del-amor-nos-enamoramos/
https://nuestrotiempo.unav.edu/es/colaboran/quimica-las-relaciones-personales
https://psicologiaymente.com/neurociencias/diferencias-entre-hormona-neurotransmisor
https://tn.com.ar/salud/actitud/como-en-el-amor-tambien-existe-la-amistad-primera-vista_756340/
https://www.infobae.com/tendencias/2016/12/13/segun-la-ciencia-la-amistad-a-primera-vista-existe/