¿Por qué los niños gritan tanto y cómo manejar esto?

Por Ivette Consuelo Hernández Avendaño

Escuchar a un niño gritar y hacer pataletas puede ser exasperante, adicionalmente, si esto es frecuente, puede acarrear en el niño alteraciones vocales que en varias ocasiones producen nódulos vocales (crecimientos benignos, como una suerte de callitos, sobre el borde de las cuerdas vocales).

Vamos a explorar por qué lo hacen y algunas estrategias de gran utilidad para manejar tal situación.

¿Por qué?

  • Por un ámbito familiar en donde predominan los gritos: el niño imita y además se irrita.
  • Porque el niño desea probar límites ya que empiezan a buscar autonomía.
  • Por frustración ante los cambios, ante lo nuevo, ante lo que no consigue o no entiende.
  • Como una forma de reclamar la atención de los padres.
  • Porque aún no logra gestionar sus emociones.
  • Porque no logra conducir un desbordado nivel de energía.
  • Porque no logra manejar su intensidad (volumen) de voz.

¿Qué hacer?

Para ayudarle a gestionar sus emociones y darle seguridad

  • Cultiva una buena dosis de paciencia para no descontrolarte tú ni ceder a los caprichos de tu niño(a).
  • Evita gritarlo(a), insultarlo(a), agredirlo(a) o emplear palabras que lo(a) descalifiquen, tales como: “eres malo(a)”, “eres un(a) grosero(a)”.
  • Calmada y suavemente ponle un dedo sobre la boca.
  • Explícale firmemente, pero con voz suave y sin agresividad, que no le entiendes cuando se expresa en ese estado y que así no conseguirá nada.
  • Dale razones sencillas por las cuales no es conveniente gritar.
  • Afectuosamente sácalo del lugar en dónde se ha provocado el berrinche.
  • En ningún momento le des lo que reclama, cuando lo hace con gritos, pero cuando el (ella), se acerca en calma y te habla, atiéndelo(a), escúchalo(a) activamente, conversa con él (ella), promoviendo que se exprese con confianza. Es una manera de generar nexos favorables, de hacerlo(a) sentirse importante, amado(a) y aceptado(a).
  • Estimula sus respuestas favorables en función de manejar sus berrinches, reconócelo(a) verbalmente con palabras sencillas y estimulantes, cuando consideres pertinente dele un “premio” (algo sencillo que lo gratifique) o prémiense juntos con algo agradable como comerse un helado, ir a un parque, ver una película divertida mientras comen palomitas de maíz, etc.

Para ayudarle a conducir sus niveles de energía puedes:

  • Toca sus manos o sus brazos con intención de tranquilizarlo(a); si es posible masajea sus brazos y sus hombros.
  • Ocúpalo(a) con una actividad que le agrade y lo(a) entretenga.
  • Realiza una actividad en la que usted y el niño(a) griten divirtiéndose.
  • Juega a gritar dentro de un tarro metálico que sujetan entre sus manos, percibiendo la vibración en las paredes del tarro, vayan disminuyendo gradualmente el volumen, explorando hasta donde no sientan más la vibración.

Para ayudarle a modular la intensidad (volumen) de su voz

Haz con él los siguientes concursos:

  • Soplar una vela, a unos 20 centímetros de su boca, de tal manera que la llama titile, pero no se apague.
  • Hacer burbujas en una botellita llena de agua hasta un cuarto, de manera tal, que las burbujas sean cada vez más pequeñas y continuas.

Tip adicional

Encontré en uno de los blogs consultados, una estrategia muy efectiva y atractiva que consiste en “el frasco de los gritos”. Te invito a consultarlo en el siguiente enlace:

https://www.guiainfantil.com/educacion/conducta/bote-de-los-gritos-para-evitar-que-las-rabietas-de-los-ninos-exploten/#header0